A donde el mundo nos lleve.

Ella sentada en la cama de su habitación, mirando hacia la ventana y lamentándose por la discusión que tuvo con David, si su novio. Ya llevaban 4 añitos juntos, desde los 16 años, y habían tenido discusiones pero nunca como la que habían tenido esa mañana. Volvieron esas imágenes, esas palabras a su cabeza y rompió a llorar. De repente suena el timbre de su casa, y dice: No me importa quien seas, vuelve en otro momento. Vuelven a llamar y otra y otra vez, al final ella cansada va y abre, se encuentra con la ultima persona que esperaba ver en su casa. Era David, estaba allí, cuando sus miradas se encontraron estaban llenas de tristeza, arrepentimiento y dolor. Entonces ella rompió a llorar, acto seguido él le dio el abrazo más fuerte y cariñoso que se puede dar.
-David: Eh, princesa no llores por favor. Siento mucho lo que a pasado esta mañana.
-Megan: Yo también lo siento amor, pensaba... pensaba que no te volvería a ver. Pensaba que ya no había un nosotros, tenia miedo David, miedo a perderte.
-David: Mi niña, no llores tu nunca me vas a perder.. nunca, nunca, ¿me has oído? nunca mi niña.
-Megan: Te quiero mi amor, te quiero. Y oye, ¿qué es lo que llevas ahí?
-David: Pues es un regalo, para ti.
-Megan: ¿Para mi?
-David: Si para ti, toma ábrelo.
Megan coge el regalo lo abre y una muestra de decepción aparece en su cara.
-David: Que pasa, ¿es que no te gusta?
-Megan: Si pero... ¿Para que me va a servir una bola del mundo ahora?
-David: Muy fácil, mira te propongo un juego, te voy a vendar los ojos, voy a hacer girar la bola del mundo y cuando tu quieras la vas a parar con el dedo. ¿Vale? Iremos al país que hayas escogido.
-Megan: Dios mio, este es el mejor regalo que me han hecho en mi vida y ¿porque me haces este regalo?
-David: Porque ya llevamos 4 añitos juntos y mañana es nuestro aniversario.
-Megan: Madre mía, si es que tengo a la persona más maravillosa a mi lado. Gracias amor, gracias.
-David: No hay de que princesa. Venga vamos a empezar.
David le tapo los ojos con el pañuelo y acto seguido hizo girar la bola del mundo. Entonces ella paro, la paro con el dedo.
-Megan: ¡Ya, Ya! que lugar a tocado dime que es uno bonito por dios.
-David: Todavía no lo he visto, vamos a verlo juntos pero una cosa te digo cualquier lugar es mágico y bonito si tu estas junto a mi.
Le destapo los ojos y los dos miraron intrigados que país les había tocado.
-Megan: Ohh Estados Unidos, dios me encanta, desde pequeñita era mi sueño.
-David: Pues tu sueño se va a hacer realidad ya, pequeña. Venga vístete, haz las maletas que nos vamos.
-Megan: ¿Cómo? es que acaso ya tienes los billetes.
-David: Sí, sabia que era tu país preferido y salimos en 3 horas, así que date prisa princesa.
Así abrazados de la emoción y preparando preparativos para el viaje, se quedaron los dos.